Dios

Del latín “deus”, de la raíz indoeuropea “dyeu” (día): luz diurna, brillo de día.

La luz no se ve, no se posee, no es “una cosa”, un “ser” que pudiéramos tener. La luz no se ve, nos permite ver, es lo que hace que veamos. Sean cuales fueren los grafitos o las escrituras santas que se inscriben sobre una página en blanco, es la página en blanco la que no debemos olvidar leer, escuchar.

(Maria Madeleine à la St Baume pág.46)

Desierto

Ir al desierto es ante todo ir hacia sí mismo. Esta es la invitación. Para conocerse verdaderamente a sí mismo, se trata de abandonar una serie de memorias con las cuales confundimos nuestra identidad. Abandonar lo conocido, lo reconocido que creemos ser por lo desconocido, mal-conocido que somos.

Hay pretensiones y autosuficiencias que no resisten a un cuarto de hora de meditación en el desierto.

(L’Absurde et la grâce pág 404/405)

Dualidad

Hemos salido de la Unidad – y hemos hecho el dos. Esta dualidad no debe de considerarse obligatoriamente como un mal, sino como un proceso de individuación. Se trata de no permanecer en la unión no-diferenciada del bebé con su madre. El paso por la dualidad – la separación – es una condición de la madurez y del crecimiento. Pero, siendo dos, se trata de buscar de nuevo el Uno. La Unidad que se puede alcanzar entonces, no será ya la de la no-diferenciación o fusión, sino la de la Unión, de la integración. Transparencia de nuestro ser existencial hacia nuestro ser esencial.

(Evangile de Thomas pág. 73)

Don

Sólo tenemos la elección entre una vida perdida y una vida dada, lo único que no se nos puede arrebatar es aquello que hemos dado. “Mi vida nadie puede quitármela, soy yo quien la entrega.”

(Manque et Plénitude pág. 157)

 Deseo

“Yo era un tesoro escondido

Deseé ser conocido.”

¿De dónde viene el deseo del Ser

De aparecer?

De darse a conocer,

De darse como objeto de deseo,

Él, el Sujeto de todo deseo

Mi deseo de conocerte,

Es Tu deseo de ser conocido.

Mi deseo de amarte

Es Tu deseo de ser amado.

Mi deseo de estar vivo

Es Tu deseo de estar vivo.

Nunca estuvimos separados.

Un solo deseo desea;

Un solo Dios

(Poema publicado en el “Livre de la prière” – obra colectiva 2013)