¿Quién es mi padre – quién es mi madre?
¿Cuáles son mis raíces, mis orígenes?
¿Quién es el Padre, el origen, el Principio de los mundos, el origen de las cosas, el origen del ser que tiene un rostro?
¿De dónde me viene la experiencia de la paternidad, de la maternidad?
¿Qué digo cuando digo “Abba, Padre nuestro que estás en los cielos”?
¿Cuál es mi nombre?
¿Cuál es nombre por el cual la Vida me llama a ser?
¿Quién soy?
¿Cuál es el nombre del Ser que es? ¿Cuál el nombre del Yo SOY que soy?
¿Cómo discernir ese Nombre, diferenciarle de todos los nombres, honrarlo?
¿Qué es lo que digo cuando digo: “Abba-Padre santificado sea tu Nombre”?
¿Quién es el maestro-dueño de mi deseo?
¿Qué-quién reina sobre mí?
¿Quién me liberará de cualquier forma de tiranía exterior o interior?
¿En quién puedo depositar mi deseo, confiar, abandonarme?
¿Qué digo cuando digo: “Abba-Padre, venga a nosotros Tu Reino?
¿Qué quiero verdaderamente?
¿Qué quiere en mí?
¿Qué quieren la vida y el Amor en mí?
¿Qué digo cuando digo: “Abba-Padre hágase Tu voluntad”?
¿Qué es lo que realmente me alimenta?
¿Cuál es el alimento de mí Ser esencial?
¿Qué es lo único y lo “más necesario” para vivir?
De lo que se come se cría- nos convertimos en lo que comemos, ¿En qué me estoy convirtiendo?
¿Qué digo cuando digo: Abba-Padre danos hoy el alimento necesario a nuestra vida?
¿Qué debo?
¿Qué me deben?
¿Cuáles son mis deudas y mis deudores?
¿Qué es lo que no me perdonan?
¿Cuáles son mis errores, mis ofensas, mis omisiones?
¿Qué es lo que no perdono a los demás?
¿Qué es lo que no me perdono?
¿Quién que perdona en mí, qué parte de mí perdona?
¿Se puede perdonar lo imperdonable?
¿Qué digo cuando digo: “Abba-Padre perdona/libera nuestras deudas/ofensas como nosotros perdonamos/liberamos a nuestros deudores?
¿Qué es lo que me tienta?
¿Qué es lo que me desvía del camino que siento como justo para mí?
¿Qué es lo que me aleja y me hace olvidar lo que “Yo Soy”?
¿Qué es lo que me pone a prueba?
¿Cuál es mi mayor adversidad, aquella que me conduce a desesperar, a no creer, a no amar?
¿Qué en mí es más fuerte que la tentación y me permite no ser arrastrado por la prueba/adversidad, ni identificarme a mi experiencia?
¿Qué me impide hundirme?
¿Qué digo cuando digo: “Abba -Padre no nos dejes caer ante la tentación/la prueba?
¿Qué me impide estar en paz, ser feliz y libre?
¿Qué hace obstáculo en mí al Amor, a la verdad y la Vida?
¿Qué es lo peor, lo más obscuro, lo más perverso en mí?
¿Qué puede ser peor que lo peor de mi mismo?
¿Qué me liberará de mis funcionamientos más perversos?
¿Que me permitirá aceptar mi sombra y ser libre ante ella?
¿Qué digo cuando digo: “Abba-Padre líbranos del mal, de lo perverso?
¿Qué digo cuando digo al fin :”YHWH, Señor, a TI el Reino, el Poder y la Gloria?
(…)
Yeshua de Nazaret nunca transmitió la “Ley” a sus discípulos (Thora, sharia o dharma). Les transmitió una oración, es decir un arte de vivir en relación de instante en instante con aquello que nos da fundamento y nos hace estar vivos.
Este fundamento, esta Fuente de vida Yeshua la llamó “Abba” (padre, papá), lo que no quiere decir nada o simplemente que no estamos aquí por casualidad o por necesidad, sino que somos “amados”, llamados a ser y a se libres con los demás seres y que lo mejor que podemos hacer, si no queremos desaparecer, es amarnos.
Yeshua nos ha transmitido un deseo, una orientación del corazón y de la inteligencia hacia Lo Libre, Lo Bello y Lo Bueno. El deseo de otro reino que el que domina entre los hombres, otra fuerza que los poderes qui están en boga en nuestras ciudades, otra gloria que la que brilla en nuestras pantallas…Pero no es “otro mundo”, es sin duda el mismo pero amado y vivido “de otra manera” con el otro.
Nos ha transmitido una calidad de atención, de Aliento que nos une a todo lo que vive y respira. Permanecer en ese aliento y esa vigilancia ya no es recitar su oración, es “ser” su oración, es “estar con ÈL hasta el fin del mundo”.
“El (Yo Soy) en nosotros y nosotros en El”
Traducción ML González